Este edificio, construido en 1968, fue cuartel de la Guardia Civil hasta el año 2000. Una vez reformado como equipamiento municipal en 2006, tomó el nombre de la antigua masía y de la familia propietaria de estas tierras.
Durante siglos, los Alemany fueron una de las familias más representativas del pueblo, con extensos terrenos distribuidos por el término que llevaban su nombre. La masía de Ca l’Alemany, actualmente desaparecida, estaba situada justo delante de la iglesia de Santa Maria del Prat. A pesar del gran poder económico y social de la familia, la masía era una casa de arquitectura sencilla de planta baja y dos pisos.
A partir de 1900, los herederos, endeudados debido a los juegos de apuestas, se vieron obligados a vender las tierras y finalmente también la masía.
La última propietaria adquirió la masía en 1933. Al finalizar la Guerra Civil, lo cedió para que se utilizara como escuela para los niños y niñas de Llinars, ya que el conflicto había provocado importantes destrozos en los edificios del pueblo. La masía deja de servir como escuela en 1944 y en su lugar se instala el primer cuartel de la Guardia Civil, que permaneció allí hasta 1968. Posteriormente se devuelve a su propietaria y finalmente se acaba derribando en 1986 a causa de su estado de ruina.
Este edificio (donde nos encontramos ahora) fue construido en 1968 para ubicar el nuevo cuartel, que estuvo operativo hasta el año 2000.
El Ayuntamiento lo adquirió en 2003 para ubicar oficinas municipales, a raíz del fuerte crecimiento que experimentaba el pueblo. Después de llevar a cabo las pertinentes reformas, en 2006 el edificio se inauguró con el nombre de Ca l’Alemany, tomando el nombre de la antigua masía y de la familia propietaria de estas tierras.