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Costums i tradicions

Llinars del Vallès es un pueblo de grandes tradiciones, costumbres y celebraciones. A lo largo de su historia, ha habido de todo tipo; algunas desaparecidas, como el mercado de setas, las procesiones y las caramellas; otras recuperadas, como el baile de gitanas, y otras conservadas, como la Fiesta Mayor.

Con la llegada del ferrocarril a Llinars en 1860, se propició un importante cambio en la dinámica del pueblo, ya que la ciudadanía tenía más facilidad para desplazarse. También aumentaron las exportaciones de los productos locales como las patatas, la leche y las setas. Unos veinte años después, las familias acomodadas, normalmente procedentes de Barcelona, empezaron a fijarse en el pueblo para pasar en él los meses de buen tiempo.

Una de las tradiciones más arraigadas en el pueblo es la del baile de gitanas. La primera referencia a esta tradición es del año 1818 y está presente en el pueblo hasta 1957, cuando se deja de celebrar. Años después, en 1992, se recupera y desde entonces cada domingo de Carnaval se celebra el baile anual. Los primeros años se celebraba en la plaza de la Vila, pero con el aumento de parejas participantes se trasladó a la plaza Caritg y, posteriormente, a la plaza Països Catalans.

A principios del siglo XX, el mercado ambulante se celebraba los domingos ―durante un tiempo hasta por la tarde―, y se establecieron dos ferias anuales de ganado, pero, sobre todo, Llinars era famoso por su mercado de setas. En los bosques que rodean el pueblo se podían encontrar grandes cantidades que después se vendían en el mercado de la plaza del Ayuntamiento. En las mejores temporadas de setas se llegaron a pesar más de dos toneladas en un solo día.

La gente de más edad recuerda las congregaciones en las ermitas, las fiestas mayores de las parroquias, los conciertos de la Agrupación Coral, los bailes en las carpas, con sus palcos, o los domingos de cine en Can Gay, donde, en el intermedio, iban a comprar sequillos a Ca l’Esteva. También eran muy especiales los días de la matanza del cerdo y las visitas al viñedo para trabajar y pasar el día.

La Fiesta Mayor del pueblo siempre ha sido y es una de las festividades más destacadas del pueblo. El 8 de septiembre es el día de la Patrona de Llinars, Santa Maria del Prat. Alrededor de este día, todo el mundo es bienvenido para disfrutar de los eventos que se celebran. Una de las particularidades de la fiesta es la sana competición entre azules y rojos, que aporta algo más de emoción a las actividades que se organizan.

Muchas de las fiestas de Llinars van acompañadas de sus emblemáticos gigantes. Los primeros fueron Miquel y Pepeta (1974), que en 2014 pasaron el relevo a los actuales, Rimbau y Sibil·la, nombres que están relacionados con los barones de Corbera. Y también la conocida bestia de fuego, Borni (1998), que representa un cuervo, símbolo de la Baronía. Llinars cuenta con un gran número de figuras festivas que a menudo acompañan y animan las fiestas. Actualmente, también se celebran otros eventos, como la Feria de los Turrones, iniciada en 1997.